En Feng Shui, se dice la existencia de tres tipos de suerte, la suerte del CIELO, la suerte de la TIERRA y la suerte del HOMBRE.
La suerte del cielo: es nuestro destino, es algo que no es de nuestro control, no puede cambiarse, por ejemplo: nuestros padres, el hogar en que nacimos, nuestro lugar de nacimiento, nuestra herencia genética, la epoca en que nacimos, etc..
La suerte de la Tierra: se refiere al aprovechamiento de la energía Vital, al CHI, la energía de la vida de la abundancia, de la prosperidad.
Como llevar esta energía a los espacios de habitación o de trabajo, como conservarla y aprovecharla es la función y objetivo del Feng Shui.
El Feng Shui, no puede cambiar el destino, ni a las personas, pero si nos da una pequeña ayuda extra a nuestra suerte de la tierra, para ayudarnos a cumplir con nuestras metas y objetivos. No es una suerte magica, ni nada cercano al azar o a lo ilogico, es respeto por lo que nos rodea.
La suerte del Hombre, depende directamente de nuestra acción, de nuestra responsabilidad, de nuestro actuar, de nuestros propios actos sean buenos o malos y logicamente sus consecuencias, somos los arquitectos de nuestro propio destino, somos uno solo con la naturaleza, con los demas y con nuestro entorno.
Aplicamos Feng Shui para ayudarle a nuestra suerte...
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